Salmo 2: Bienaventurados todos lo que en Él confían

¿Sabe por qué el Salmo 2 es conocido como el drama de los siglos? Entre aquí y aprenda esto y mucho más sobre este maravilloso verso de la Biblia.

salmo 2-2

Salmo 2

El vocablo salmo procede de la lengua latín psalmus y es atribuible a composiciones que sirven para alabar a Dios. El Salmo 2 fue escrito por el rey David 1000 años antes de que el Señor Jesucristo viniera a la Tierra.  Describe la futura rebelión contra el Hijo de Dios. Esto significa que es un salmo profético.

No se conoce el contexto que vivía David en el momento en que escribió este Salmo. Sin embargo, debemos recordar que este rey tuvo que enfrentar muchas persecuciones, rebeliones y conflictos. No obstante, el salmo 2 se proyecta mucho más allá.

En el Nuevo testamento, los evangelistas y Apóstoles hicieron referencia a este salmo en el Nuevo Testamento. Es un salmo que se proyectó hacia el futuro. Nos devela la oposición que reviviría el Mesías cuando viniera a la Tierra. También nos revela el triunfo que Dios tendrá sobre toda oposición, al recibir como herencia todas las naciones de la Tierra. Este salmo exhorta a las autoridades de la Tierra a honrar a Dios.

Lo referido hasta aquí nos permite concluir que el salmo 2 es un Salmo Mesiánico, pues anticipa cómo iba a ser la persona de Jesús y su ministerio. Para reafirmar este planteamiento vamos a contrastar este salmo con el Ministerio de Jesús.

Los judíos tenían este salmo a su disposición, pero no hicieron esta comparación que les hubiera permitido identificar al Mesías.

salmo 2-3

Estructura 

Claramente podemos identificar cuatro estructuras, organizadas de manera armónicas, que presentan un hilo conductor o línea del pensamiento profético sobre el reinado de Dios.

Parte I

Está conformada por los tres primeros versículos que trata la rebelión contra el Ungido, el Hijo de Dios. Había de suponer que los judíos recibirían al Mesías con gozo, sin embargo el salmo 2 nos anticipa que no sería así. Los judíos rechazaron a Jesús. Endurecieron su corazón contra el Hijo de Dios.

salmo 2-4

Salmo 2:1-3

¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?

Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:

Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.

salmo 2-5

David comienza describiendo una rebelión universal al Ungido de Dios, al referirse a todas las naciones nos anticipa que se refiere a Jesús. Ahora, podemos preguntarnos ¿Por qué los judíos no lo recibieron al Señor? El salmo nos advierte que sería rechazado y esto responde a un plan de Dios (Juan 1:11-12; Isaías 53:1-12).

Isaías 53:1-12

¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

salmo 2-6

Desde la llegada de Jesús podemos apreciar la oposición que los reyes de la Tierra tuvieron contra el Ungido. Al nacer, sabemos el despliegue miliciano que ordenó Herodes de asesinar a los infantes de 0 a 2 años.

Por otro lado, sabemos que los grupos religiosos judíos perseguían a Jesús. Los escribas y fariseos fueron enemigos declarados del Mesías. Tanto fue la persecución contra Jesús, que lo llevó a la cruz del calvario. La gente se amotinó alrededor de la cruz, aquella gente que recibió sanidades, milagros era la misma población que lo enjuiciaba y levantaba su voz para que lo crucificaran, esta persecución llega a lo que conocemos como la pasión, muerte y resurrección del Señor.

En el siguiente enlace te describimos, de manera detallada, los sufrimientos que padeció el Señor en la cruz Pasión muerte y resurrección de Jesús.

Por otro lado, te recomendamos que leas las frases que mencionó Jesús durante su crucifixión y el secreto que encierra cada una de ellas en el enlace titulado Sermón de las 7 palabras

Continuando con el análisis de la rebelión contra el Ungido, los primeros cristianos, sus discípulos reconocieron que el salmo 2 era referido a Jesús.

salmo 2-7

Hechos 4:24-28

24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;

25 que por boca de David tu siervo dijiste:
¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?

26 Se reunieron los reyes de la tierra,
Y los príncipes se juntaron en uno
Contra el Señor, y contra su Cristo.

27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,

28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.

Aquí podemos observar que la autoría del salmo 2, se le atribuye a David, pero que los hechos descritos en ese pasaje bíblico se referían a Jesús. Cuando habla sobre las naciones del mundo podemos apreciar a los judíos, el Sanedrín como autoridad religiosa de los israelitas, así como Pilatos que representa al imperio romano que había conquistado a las naciones que se conocían.

Esto hasta el día de hoy, los judíos ven a Jesús como tropezadero, los musulmanes rechazan al judío que incluso atentan contra sus discípulos. No obstante, la respuesta de nuestro Señor es:

Lucas 11:23

23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

salmo 2-8

Ahora bien, en cuanto a la pregunta de asombro de David, manifiesta la tristeza, la falta de comprensión e incredulidad sobre el hecho de que la humanidad rechazara a un Dios que lo ama y desea su protección y cuidado. Esta misma pregunta la podemos encontrar en otros profetas (Miqueas 6:3; Jeremías 2:5) Es incomprensible que la humanidad rechace al gobierno de Dios.

La humanidad ha puesto en marcha distintos modelos de desarrollo que han llevado a la destrucción del planeta. No existe ningún modelo de gobierno humano que haya sido capaz de dar respuestas oportunas a las necesidades de la humanidad. Sin embargo, insistimos en rechazar a Dios, con una resistencia agitada y hasta violenta contra Dios.

Además, el problema de la humanidad es percibir la Palabra de Dios como cadenas que cercenan la libertad humana o el control de sus propias vidas.

Finalmente, esta rebelión contra Dios nos llevará a una gran batalla contra Dios dirigida por el Anticristo. Esta rebelión ha sido un punto que no ha cambiado desde que el hombre pecó contra el Señor.

Parte II

La segunda parte la podemos observar en los versículos del 4-6 que se refiere a la reacción de Dios ante esta rebelión humana. Dios honra a su Hijo colocándolo en el lugar más elevado, en el Trono más elevado.

Salmo 2:4-6

El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.

Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.

Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.

En esta sección podemos observar que el escenario cambia. Ahora los acontecimientos se desarrollan en el cielo. La Soberanía de Dios se impone. Nos recuerda quién está sentado en el  Trono en los cielos (Salmos 11:4; Isaías 40:23-24)

No ha existido gobierno, imperio que haya logrado imponerse en la Tierra y permanecer para siempre. A través de la historia podemos apreciar el final de los grandes imperios y sus autoridades (Hebreos 12:22-24; Salmos 110:1)

Dios dignificó a Jesús levantándolo y glorificando a su Hijo hasta los cielos y lo ha sentado en el Trono de Dios.

Parte III

La tercera parte la podemos visualizar en los versículos del 7-9 donde definitivamente Dios establece su Reino, liderado por su Ungido, el Hijo de Dios. No solamente Dios le da el Trono en el Reino de los Cielos, sino que también su Reinado será establecido aquí en la Tierra y gobernará aquellos pueblos y naciones que lo habían rechazado.

Salmo 2:7-9

Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.

Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.

Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

En esta sección quien habla es el mismo Mesías. Descartamos la posibilidad de que fuera David, pues el rey judío murió y su tumba todavía contiene sus restos (Hechos 2:29). El mismo Pedro descarta esta posibilidad.

Por otro lado, ninguno de los herederos directos de David podía ser quien asumiría la herencia de todas las naciones. Recordemos que los hijos de David, unos fueron asesinos, otros conspiraron contra su padre, el mismo Salomón se apartó de la Ley de Dios, sino que se refería a alguien mucho mayor, con una naturaleza divina (Juan 1:18; Mateo 3:17; Marcos 9:7; Hebreos 1:5-14).

Al referirse que es engendrado significa que es de la misma naturaleza divina. Decir que Jesús fue creado, se cae teológicamente porque el Padre fue padre en el mismo momento en que el Hijo fue hijo. Por lo tanto, ninguno es primero que el otro. Hablar de ser engendrado no es un término en el contexto de la carne, sino espiritual.

En este contexto espiritual, el acto de engendrar queda aclarado al inicio del salmo 2, pues el Hijo ya existía y debía ser rechazado en la Tierra. Entonces el término de engendrar, se refiere al momento en que el Hijo es resucitado y la ascensión y entronización de Jesús en el cielo (Hechos 13:32-33).

Hechos 13:32-33

32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres,

33 la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

Haber crucificado a Cristo significa la declaración pública de la humanidad de demostrar que Jesús era un blasfemo y no era el Hijo de Dios. Sin embargo, al resucitar a Jesús al tercer día, haber sido ascendido a los cielos y sentarse en el Trono a la diestra del Padre es la declaración pública del Decreto que reconoce a Jesús  como su Hijo; a esto es que se refiere el término de engendrar (Romanos 1:3-4).

La buena noticia es que ante las adversidades y los malos gobiernos de los hombres que han llevado a la decadencia del planeta, y no ha sido capaz de dar respuestas a los problemas de la humanidad, el Señor Jesús gobernará en la Tierra con vara de hierro (Filipenses 2: 9-11). El hombre es comparado con una jarra de alfarero que con un golpe serán destrozadas, es decir el juicio de Dios viene sobre la Tierra.

Parte IV

Finalmente, podemos apreciar en los versículos del 10 al 12, la exhortación que hace Dios a través del salmista a la humanidad, de reconciliarse con el Ungido Dios antes de que sea demasiado tarde y venga el juicio.

Salmo 2:10-12

10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.

11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.

12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.

Ya en esta sección, Dios llama a la humanidad de deponer esta actitud de rebelión porque quien levante su voz y puño contra Dios no podrá prosperar. La primera venida de Jesús fue con el propósito de traer salvación, la segunda será para juzgar a las naciones.

Como hemos advertido, este salmo nos habla de la segunda venida de Cristo y la victoria final del Hijo de Dios (Apocalipsis 19:11-16). Ya Jesús está gobernando en el cielo, pero su venida está próxima a hacer juicio.

Apocalipsis 19:11-16

11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.

14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.

15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Es hora de reconciliarse con Dios, pues nos extiende su gracia y misericordia en la cruz del calvario. En este punto, lo que quiere decir el Señor, es que reconozcamos a su Hijo, aceptemos sus normas, leyes en nuestras vidas. Nos exhorta hacer su voluntad. Servirle con reverencia, honrando al Hijo, adorarlo, seguirlo.

La humanidad se encuentra en una encrucijada, debe escoger el camino de las bendiciones o de las maldiciones (Deuteronomio 28:1-69; 30:1-20)

La actitud de la humanidad que Dios espera es confiar en el Señor. Este mensaje nos los dejó el Señor Jesucristo en el sermón del monte sobre las bienaventuranzas. Para profundizar en la actitud, forma de vida que debemos asumir mientras Jesús llega, te invitamos a leer el siguiente enlace titulado El sermón del monte

Con el objetivo de complementar este estudio sobre el salmo 2, te dejamos este devocional que trata el mensaje contenido en este salmo con una oración incluida.


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