Somos la sal de la tierra y luz que ilumina el mundo

Somos la sal de la tierra, pero, ¿sabes cuál es el significado de esta afirmación en el verso de Mateo 5: 13? Entra en este edificante artículo, y conoce con nosotros qué nos quiere decir Jesús con esta enseñanza.

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Somos la sal de la tierra

Jesucristo durante su caminar como hombre aquí en la tierra ejercía su ministerio enseñando muchas veces con un lenguaje a modo de parábolas. En el sermón del monte Jesús le dice a la multitud:

Mateo 5:13 (PDT): – Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podría volver a ser salada? Ya no sirve para nada sino para ser tirada y pisada por la gente-.

Si bien esta enseñanza por lo general no es reflejada como una de las parábolas de Jesús, el relato comparativo usado en ella, si se puede considerar como una relativamente muy corta. Pero, además, este verso se complementa seguidamente con la enseñanza de Jesús sobre la parábola de la lámpara, donde dice:

Mateo 5:14-16 (PDT): 14 –Ustedes son la luz que alumbra al mundo. Una ciudad que está en un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cesto, sino sobre el candelero para que ilumine a todos en la casa. 16 Así mismo, ustedes deben ser luz para los demás de tal manera que todos puedan ver sus buenas obras y adoren a su Padre que está en los cielos.

Hoy Jesús nos dice que, como cristianos que somos, como sus discípulos, nosotros también somos la sal de la tierra y la luz que ilumina el mundo. ¿Pero cómo debemos reflexionar sobre esta enseñanza del Señor?

Si quieres saber sobre otras enseñanzas de Jesús te invitamos a leer el artículo sobre: Las mejores parábolas de Jesús y su significado bíblico. Con ellas Jesús buscaba la forma que se pudiera comprender el mensaje de Dios y su Reino, a través de historias comparativas, simbólicas, reflexivas y creíbles.

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Somos la sal de la tierra: Reflexión

Como cristianos es necesario reflexionar en lo qué Jesús nos quiere decir con esta enseñanza. Porque en el evangelio de Lucas también encontramos, que Jesús hace mención sobre la sal que pierde su sabor:

Lucas 14:34-35 (PDT): 34 -La sal es buena, pero si pierde su sabor, ¿con qué se le salará de nuevo? 35 Ya no sirve para nada, ni para la tierra ni para abono. Hay que tirarla. ¡Oigan bien lo que les digo! –

Pero aquí, además, Jesús nos dice: ¡Escuchen bien!, como diciendo, tengan cuidado de no perder la esencia, la sustancia que proviene de Cristo. Es decir, cuiden y desarrollen la naturaleza que adquirieron por medio de Cristo, la identidad de ser nuevas criaturas, que es el ser hijos de Dios.

No obstante, porque Jesús nos dice que somos la sal de la tierra, ¿Cuál es el significado de la sal en este contexto? ¿Cuál es el enfoque central de esta enseñanza y como la podemos aplicar en nuestras vidas? En respuesta, lo primero sería definir que es la sal y lo que ella representa

¿Qué es la sal?

La sal es el condimento con más antigüedad en el mundo que se tenga registro en la historia y además la única roca que puede ser consumida por el hombre. Este condimento sazona a los demás alimentos otorgándole un sabor salado, que es percibido al ser consumida, a través de los receptores que posee la lengua.

La sal comestible es además un elemento estimulante del apetito, lo que implica un cambio del comportamiento del hombre frente al deseo de comer. Los dos usos más fundamentales de la sal son, el de sazonar y conservar alimentos, tales como carnes y pescados.

La sal ha jugado un papel en la historia de una importancia tal que ha sido capaz de mover y de hecho sigue moviendo grandes economías y monopolios. Fue causante de guerras en el pasado y llego a ser una forma de moneda.

Incluso el término salario proviene de los pagos que se hacían con sal en los tiempos del imperio romano. Mientras que en la historia del Antiguo Testamento bíblico podemos citar algunos pasajes que indican el uso y la importancia de la sal en la cultura del pueblo de Israel:

  • Como condimento para dar sazón o gusto a los alimentos, (Job 6:6).
  • Símbolo del pacto con Dios: “Ofrecerás sal con todas tus ofrendas”, (Levítico 2:13).
  • Por instrucción de Dios, debía ser entregada sin falta según lo demandaran los sacerdotes, (Esdras 6:9).

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Somos la sal de la tierra por tres cualidades principales

Como se puede ver la sal guardaba usos en el contexto espiritual en el Antiguo Testamento. Pero ahora es necesario ver las cualidades de la sal que Jesús quiere que veamos, para decirnos que ¡Somos la sal de la tierra!

Las cualidades de la sal es lo que Jesús quiere sean manifiestas como características fundamentales por toda su Iglesia, veamos las tres principales a continuación.

La Sal conserva y previene la corrupción

La sal tiene la propiedad de ser un excelente conservante de alimentos, ya que impide la putrefacción de alimentos como las carnes de animales y peces. En el sentido espiritual esta cualidad de la sal la debemos asumir en nuestras vidas como un elemento purificador. Es decir, vivir una vida en santidad, manteniéndonos firmes en la fe a pesar de las pruebas:

Marcos 9:49 (TLA): -Dios va a purificar a todos como cuando purificamos las cosas con la sal o con el fuego-.

La sal da sed

La sal al ser consumida estimula el deseo de beber agua, en el sentido espiritual nosotros debemos generar ese mismo deseo en los demás. Debemos ser fuente y estimulo de que las personas quieran beber agua viva, que proviene de la palabra de Dios para que sean saciados:

Juan 4:14 (RVC): Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.

La Sal da Sabor

La cualidad más importante que pudimos ver en la definición de la sal, es que es un condimento que da sazón o gusto a las comidas. Esta cualidad de la sal en el sentido espiritual la podemos manifestar cuando recibimos la esencia y la sustancia que es Cristo en nuestra vida.

Por eso es que Jesús nos dice que somos la sal de la tierra, porque al recibirlo a Él, lo manifestamos y nos convertimos en instrumentos multiplicadores de la fe. El que se acerque a nosotros debe sentir la necesidad de experimentar el gusto de la esencia de Cristo en su vida.

Ahora completa este conocimiento leyendo sobre estas 6 Características de un misionero que ama a Dios. Así como también conocer las enseñanzas de Jesús de ayer, hoy y siempre.


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